Mercedes trabajaba con su mamá en un copetín cerca de su casa en el barrio Varadero. Griselda Cibils, hermana de Mercedes, contó que Enrique Manuel Candú de 34 años y Mercedes de 18 años tenían una relación muy conflictiva.

Mercedes era una persona muy buena y de muchos amigos, pero en sus últimos meses de vida se la veía muy apagada, sufría de abusos físicos por parte de su pareja y trataba de ocultarlo con maquillaje.

El perfil de Enrique es el de una persona manipuladora, controladora, celosa y violenta. Ante los constantes abusos, Mercedes intentó terminar la relación pero Enrique la acechaba, la acosaba para que ella no lo dejara. Como hombre celoso y posesivo que era, Enrique prohibía a Mercedes que vaya a ciertos lugares o que se relacione con ciertas personas.

Enrique Manuel Cuandú, acusado de feminicidio y detenido 23 años después en sede del departamento Contra el Crimen Organizado.

En declaraciones de la misma Mercedes, ella contó que Enrique fue al copetín a verla, ellos discutieron, por lo que ella lo echó del lugar pero él se resistió a salir, ella intentó alejarse de él y se escondió en el baño, él la siguió. En la parte policial refiere que Enrique quiso someterla sexualmente pero Mercedes se defendió. Enrique encontró un bidón de alcohol y lo derramó por encima de la cabeza, posteriormente le prende fuego.

Mercedes tuvo quemaduras de segundo y tercer grado desde la cintura para arriba. Estuvo en una sala común recibiendo morfina, todos los días se le tenía que hacer curación para sacarle las escaras, tuvo que soportar cirugías y transfusiones de sangre. Estaba totalmente vendada, luego empezó a tener problemas respiratorios “porque ella tragó el fuego”, en declaraciones de su hermana Griselda. Luego entró a terapia intensiva durante tres semanas, se le llegó a amputar las dos orejas, parte de la nariz y los senos. Finalmente, tras una agonía de más de un mes, Mercedes falleció el domingo 21 de junio de ese año.

La mamá de Mercedes quedó con daños psicológicos luego de la muerte de su hija, el papá durante mucho tiempo buscó al feminicida pero no consiguió ubicarlo, el quedó con secuelas irreversibles después del fallecimiento de Mercedes y la angustia por no poder encontrar al asesino de su hija; sufrió de hipertensión y luego un pre infarto. La hipertensión terminó por matarlo.

Después de muchos años, Griselda se cruzó con Enrique una vez, él le pidió perdón por lo que había sucedido admitiendo así su culpabilidad. Enrique trabajaba para un juez en ese entonces, en 1998, el año que mató a Mercedes.

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Griselda Cibils en una entrevista para C9N.

Lo detuvieron en frente del palacio de Justicia, la justicia que tenía que juzgarlo a él por el asesinato de Mercedes, es quizás esa misma justicia que lo mantuvo oculto por mucho más tiempo. Fue llevado ante la jueza penal de sentencia Nilda Giménez Bogarín para la imposición de medidas. Sin embargo ya no encontraron el expediente sobre el presunto homicidio.

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