“12 Ciencias” del MEC, según la iglesia evangélica

Los manuales «12 Ciencias para la educación sexual y la afectividad en la escuela» del MEC, incluye una serie de conceptos que no solo carecen de exactitud científica, sino que también perpetúan los roles de género tradicionales y el machismo.

Niega eficacia de preservativos y condones

El material, en al menos tres capítulos, cuestiona la eficacia del preservativo como método preventivo contra la transmisión de enfermedades sexuales y embarazos no deseados.

La Fundación Vencer, con 27 años de experiencia en la lucha contra el VIH, ha instado al Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) a revisar el material a través de las dependencias del Ministerio de Salud, argumentando que tales afirmaciones ponen en riesgo la salud y la vida de las personas.

Sorprendentemente, ninguna de las dependencias del Ministerio de Salud Pública (como Pronasida), que son responsables de las políticas públicas en materia de salud sexual, ha emitido su opinión sobre la veracidad de la información contenida en el material.

La Dra. Tania Samudio, expresidenta del Programa Nacional del Control del Sida/ITS (Pronasida) afirmó que el condón sí es una barrera de protección, “más del 95% a 98%, usando de manera correcta y consistente”, dijo a ABC Color.

Mitos sobre masturbación

“Biológicamente hablando, no es necesario masturbarse. La masturbación no es necesaria. La masturbación es un acto de autoerotismo que podría centrarte en ti mismo. El placer sexual está diseñado para el amor, para encontrar felicidad en hacer feliz a la persona amada” (pág. 44).

Biológicamente hablando, la masturbación no es necesariamente “necesaria”, pero puede tener varios beneficios para la salud física y mental. Según Planned Parenthood, la masturbación puede ayudar a liberar la tensión sexual, reducir el estrés, mejorar el sueño, la autoestima y la imagen corporal. También puede ayudar a aliviar los dolores menstruales y la tensión muscular.

Además, un estudio en primates sugiere que la masturbación podría tener un propósito evolutivo. Sin embargo, la cantidad de veces que una persona se masturba solo es “demasiado” si interfiere con su trabajo, sus responsabilidades o su vida social.

El manual de Judith Turriaga presenta una visión sesgada de la masturbación, hablando solo desde la perspectiva masculina. Sugiere que la “masturbación conduce a problemas de frustración y aislamiento”, es un “acto de autoerotismo” y afecta las relaciones sexuales.

Este enfoque sugiere que el placer sexual solo debe buscarse en el contexto de hacer feliz a otra persona, lo cual limita la autonomía sexual de las personas.

Machismo en los manuales del MEC

El manual establece que la respuesta psicosexual en varones y mujeres son diferentes, siendo la de los primeros más “centrada en sus órganos genitales” y que son “más visuales, por lo que condiciona la forma de vestir de las mujeres. A las mujeres hay que “advertirles acerca del impacto que genera en el varón su modo de vestir o comportarse” (pág. 113)

El manual del MEC afirma que la forma de vestir de la mujer tiene un impacto en los hombres, sugiriendo que deben modificar su comportamiento en función de la percepción masculina. Esta sola premisa sugiere que las mujeres son objetos de los hombres, y es la causante de los altos índices de violencia de género.

Las afirmaciones presentadas en los manuales ‘12 ciencias’, tales como ‘las niñas necesitan recibir caricias’, ‘manipulan con la mente’, ‘son más cariñosas’, ‘son más prudentes y precavidas’, no solo refuerzan los roles de género tradicionales, sino que también perpetúan estereotipos que pueden ser perjudiciales.

Estas generalizaciones pueden limitar las oportunidades y las percepciones de lo que las niñas pueden o no pueden hacer, y han contribuido a la desigualdad de género que persiste en nuestra sociedad.

Las afirmaciones como “la afectividad masculina tiene otras formas de expresión”, “los niños son más ariscos”, “manipulan con la fuerza”, “son más competitivos”, etc., presentadas en el contexto de los niños, también refuerzan estereotipos de género. Estas generalizaciones pueden perpetuar la idea de que los niños deben ser físicamente fuertes, emocionalmente reservados y inherentemente competitivos.

Estos estereotipos pueden limitar la expresión emocional de los niños, promover comportamientos agresivos y desalentar la colaboración.

Cuando lo que se debe hacer es abogar por una enseñanza con perspectiva de género. Es decir, al igual que con las niñas, es importante recordar que cada niño es un individuo único con su propio conjunto de habilidades, intereses y capacidades emocionales.

No deben ser limitados por las expectativas de género tradicionales.

Manuales del MEC en contra de la igualdad de género

Según se lee en una nota El Urbano, el Ministerio de Educación sigue con el plan piloto de implementar el material “12 ciencias para la educación de la sexualidad y la afectividad en la escuela”. A pesar de las informaciones anticientíficas, machistas y estereotipadas de los niños y niñas.

Luís Ramírez, ministro de Educación. Foto: @luisramirez_py

Este manual es peligroso y atenta contra las libertades de los niños y niñas al perpetuar los roles de género rígidos y estereotipados que limitan las oportunidades y la autonomía de las personas.

Se necesita un enfoque educativo que promueva la igualdad de género y la eliminación de los estereotipos dañinos en lugar de perpetuarlos.

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